El mundo actual está rodeado de elementos metálicos muy diferentes, desde acero en las estructuras de los edificios hasta el aluminio en los muebles o marcos de ventanas. Según lo que se quiera conseguir con ese metal se deberá soldar con un método específico. Esa gran diversidad ocasiona que a veces los profesionales, no se pongan de acuerdo sobre cual técnica deben utilizar en cada momento.
Dicho esto, en este artículo encontrarás mucha información sobre los tipos de soldadura más utilizados, cómo se deben realizar y cuando debe aplicarse un método particular.
Tipos de soldadura y sus características
La soldadura es el proceso por el cual se unen dos o más piezas de materiales afines como pueden ser los metales o termoplásticos. Según el caso, esta unión se logra mediante la aplicación de calor o de presión. Por su parte, en ocasiones, las piezas son soldadas al fundir parte de su material, pero también se puede agregar un material de aporte (metal o plástico). Así, cuando el material se funde, se forma un charco entre las piezas a soldar que al enfriarse se solidifica permitiendo una unión permanente. Debido a este proceso de fundición, la unión es más resistente que el material base y se denomina cordón. En este punto es recomendable proteger contra la oxidación tanto el cordón como la zona circundante.
Una vez aclarado este punto, se debe tomar en cuenta que, según el resultado que se quiera obtener, se debe aplicar uno de los distintos métodos para soldar. A continuación, encontrarás algunos de los tipos de soldadura más comunes en la industria.
Con inyección de gas (MIG / MAG)
Es el proceso por medio del cual la soldadura se consigue gracias a la inyección de un tipo de gas específico. Se denomina MIG (Metal inerte Gas) si el gas utilizado es inerte y MAG (Metal Active Gas) si es activo. Los dos gases son un medio de protección para el arco que se forma mediante un electrodo formado por un hilo conductor y las piezas.
Aunque esta medida puede cambiar según el material soldado, por lo general el cordón suele tener un espesor desde 0,7 a 6 mm. Por ello, soldar con el das inerte (MIG), es la mejor opción cuando se necesita unir piezas de acero inoxidable y de aluminio. Es una de las soldaduras más generalizadas y sencillas de aprender.
TIG (Gas inerte Tungsteno)
Este tipo de soldadura utiliza el calor producido por un arco eléctrico que se genera entre un electrodo de tungsteno y la pieza que se quiere soldar. Aquí las altas temperaturas ocasionan que el área se fusione para lograr la unión.
Este proceso es muy flexible y permite trabajar sin material de aporte, pero para algunas uniones se puede agregar material con una varilla o un cable consumible. Por lo general (y según las habilidades del soldador), el resultado logrado es de muy alta calidad y se puede comparar con la soldadura de gas oxiacetileno.
A diferencia del caso anterior donde el cordón alcanza un tamaño máximo de 6 mm, aquí tiene un grosor que puede estar entre los 8 y los 10 mm, lo que hace este tipo de soldadura ideal para material en hojas o láminas. El acabado del producto final, no requiere mucho trabajo de limpieza por arenado.
Por otro lado, aprender a soldar con este método puede ser un poco más complicado que otros tipos de soldadura.
Arco manual con electrodo revestido (SMAW)
El sistema de arco manual es el proceso que permite unir dos metales mediante fusión producida por un arco eléctrico entre un electrodo metálico y el metal base que se desea unir.
Este proceso se desarrolló el siglo pasado y en su origen se utilizaba como material de aporte una simple varilla metálica descubierta. El material aportado por la varilla tenía algunos inconvenientes (de fragilidad y poros en la superficie del metal) ocasionados por el oxígeno y el nitrógeno de la atmósfera. Debido a eso, el núcleo metálico de la varilla fue revestido con un material que al quemarse se gasifica y lo protege, a la vez que contribuye a mejorar el acabado final.
El calor que genera el arco eléctrico funde a altas temperaturas tanto el extremo del electrodo como la superficie del metal de la pieza. Este es el método más básico y sencillo de aprender y se suele utilizar para la construcción y la manufactura.
Se recomienda utilizar este método con piezas de metal con 4 mm de espesor o más, en caso contrario, lo mejor es utilizar la soldadura MIG.
Por gas oxiacetileno
Este método es muy diferente a los descritos con anterioridad. El proceso consiste en mezclar directamente gas acetileno con oxígeno, así se logra crear una llama de alta temperatura capaz de derretir la mayoría de los metales.
Para poder soldar con este método se necesita mucha experiencia y equipos especializados para ese fin. Al no ser tan sencillo de aplicar su uso no está demasiado generalizado y solo se utiliza en trabajos de mantenimiento y corte de metal por gas. Además, se suele utilizar en la unión de metales suaves como pueden ser el bronce o el cobre, pero también se usa para soldar partes delicadas como las tuberías de aluminio en el sector de refrigeración y aires acondicionados.
Consejos de protección para soldar
Soldar es una actividad peligrosa que utiliza altas temperaturas para fundir el material, por lo que siempre están presentes algunos riesgos de quemadura. En ese sentido lo más recomendable siempre que vallas a realizar este trabajo, es utilizar todo el equipo de protección necesario como careta de soldador, guantes, casco y protectores corporales. Además, es importante tomar en cuenta que si se va a soldar en un área cerrada hay que tener aparatos para la respiración. Puedes encontrar más información aquí
En ese sentido, si no cuentas con la experiencia o el material necesario para realizar una soldadura con seguridad, lo mejor es que contactes a un profesional que realice un trabajo de buena calidad.
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